domingo, 17 de marzo de 2013

Se abre una nueva esperanza para una reforma migratoria en EE.UU.


Por Armando García

 
En el mes de enero se dieron pasos gigantes en materia migratoria hacia los Estados Unidos de América. En columnas anteriores expliqué los procedimientos para perdonar la presencia ilegal de ciertos familiares directos de ciudadanos estadounidenses los cuales deben salir del país para una entrevista consular y regresar legalmente como residentes permanentes sin necesidad de estar separados de sus familiares.

Ahora, el presidente de Estados Unidos y ocho senadores en forma bipartidista se han declarado a favor de una reforma migratoria completamente integral, la cual durante el proceso de la legalización los solicitantes se amparen en ella, puedan ganarse el derecho de su residencia y después la ciudadanía de este país.

 

Conseguir una reforma migratoria ha sido una lucha intensa la cual empezó desde el establecimiento de la ley de responsabilidad migratoria en última década del siglo XX y en particular por el hermetismo ocasionado por los ataques terroristas del 2001.

 

Muchos intentos, muchos fracasos, buenas ideas, pero no los suficientes votos en el Congreso de la Nación para legalizar a los poco más de 11 millones de personas que el gobierno estima viven indocumentadamente en Estados Unidos.

 

Todos conocemos las necesidades de quienes han estado viviendo ilegalmente durante muchos años. La causa por la reforma de inmigración ha sido tomada por familias enteras, por abogados, por iglesias, por grupos sociales, por empresas, por políticos y la lista continúa. Ahora más que nunca, las fuerzas reaccionarias y contrarias a lo dicho por el Presidente están preparando su arsenal de calumnias hacia los poderes ejecutivo y legislativo para que desistan en el esfuerzo de la mencionada reforma.

 

Los que la respaldan coinciden en que el sistema migratorio del país no es el más óptimo debido que las leyes de inmigración no satisfacen las necesidades de los Estados Unidos en un mundo cada vez más interconectado. En el siglo XXI la llama de un futuro mejor sigue vigente. Muchas generaciones de inmigrantes  han encontrado una mejor vida y han encontrado la felicidad. Pero en las casi últimas dos décadas las nuevas generaciones de  inmigrantes, han padecido discriminación, han sido ridiculizados racistamente sin reconocer  la contribución que han dado a que este país para que siga siendo la nación más poderosa del planeta. 

 

Como ciudadanos de los Estados Unidos, es nuestro deber de garantizar que la llama del sueño americano nunca se apague, recibiendo por la vía legal a quienes buscan una vida mejor, la cual, por desgracia, no encuentran en sus países de origen debido a las injusticias, la corrupción, la inseguridad, la miseria y la desigualdad social que hace que miles huyan de sus países de origen.

 

El presidente Barack Obama en la ciudad de Las Vegas, públicamente dijo que el momento  para una reforma migratoria habia llegado para que millones indocumentados salgan de las sombras y obtengan permisos para vivir y trabajar legalmente, primero con la meta de lograr su residencia permanente y luego con la mira de ganarse  el derecho de obtener la ciudadanía estadounidense.

 

Obama dijo que con la propuesta presentada recientemente por ocho senadores, cuatro demócratas y cuatro republicanos, está “muy en línea con los principios que he propuesto y por los que he hecho campaña durante los últimos años”.

 

"Nuestro viaje no estará completo hasta que se encuentre de nuevo la esperanza que los inmigrantes sigan viendo a los Estados Unidos de América como la tierra de las oportunidades; hasta que los jóvenes brillantes, estudiantes e ingenieros se hayan alistado en nuestra fuerza laboral en lugar de ser expulsados de nuestro país", dijo el Presidente.

 

Obama dijo que la ley de inmigración y nacionalidad está quebrada. No corresponde a las necesidades del país en el siglo XXI. Dijo que la reforma debe mejorar la seguridad fronteriza junto con un sistema efectivo de verificación de elegibilidad de empleo.  Declaró que se debe reducir la lista de espera de quienes por la vía legal buscan residir en este país. Y que los indocumentados, tengan un sistema de legalización justo incluyendo otras medidas que permitan mayores inversiones de extranjeros para la creación de empleos, trabajadores agrícolas temporales y permitir la entrada de personas con aptitudes excepcionales que beneficien al país.

 

Se estima que todo este proceso, desde su principio hasta el final se llevaría más de una década. De lograrse sería la pieza legislativa más grande desde la amnistía de la década de los 80s que legalizó a poco más de tres millones de personas.

 

Si las partes bipartidistas están ahora dispuestas a trabajar en una pieza legislativa que pueda convertirse en ley, este país estará más seguro, tendrá en su población a millones de personas que contribuirán con sus impuestos a engrandecer a esta nación y las futuras generaciones verán convertido en realidad su sueño americano dejando atrás la pesadilla de vivir en la clandestinidad y el miedo a la deportación.

 
Si usted tiene preguntas sobre este tema o necesita ayuda en su caso, dirija sus preguntas por correo electrónico a carlosexudus1@gmail.com




Armando García es un periodista independiente y es colaborador de varios medios impresos y en internet. Fue el corresponsal y columnista  de Conexión Hispana en San Angelo, Texas y director de medios de Finding Produtions en Los Ángeles, California. Trabajó como corresponsal de la agencia española “EFE” y de la “Hispanic Press News Agency” en Washington, DC. Además ha sido colaborador de la revista “Latino Leaders” y fue reportero bilingüe en los periódicos La Prensa y Rumbo de San Antonio, Texas y editor general de los semanarios Imágenes y La Farádula además director de Relaciones Públicas del sindicato United Farm Workers Union en el estado de California y fungió como editor-reportero del semanario ¿Qué Pasa? En Charlotte, NC. Editor y fundador de Nuestra América News Magazine.
 
 

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